El 18 de junio comienza el juicio a un femicida de Gobernador Virasoro

Se trata de Osvaldo Silva, quien está acusado de asesinar a su ex pareja, Perla Marisel Zelaya Araujo, e intentar matar a una de las hijas de ella. El episodio ocurrió el 5 de marzo del año pasado.

El Tribunal Oral Penal de Santo Tomé fijó para el 18 de junio el comienzo del juicio oral y público a Osvaldo Fortunato Silva (38), quien asesinó en marzo del año pasado a Perla Marisel Zelaya Araujo en una vivienda de la localidad de Gobernador Virasoro. Silva, de 39 años, está procesado por el delito de “supuesto homicidio simple en grado de tentativa y homicidio agravado en concurso real” y actualmente se encuentra con prisión domiciliaria. El abogado querellante, Eduardo Etchegaray Centeno, quien representa a las dos hijas de la víctima, adelantó a El Litoral que pedirá la pena de prisión perpetua. El femicidio ocurrió en horas de la siesta del 5 de marzo de 2019. Osvaldo Silva ingresó a la casa por el negocio que la mujer tenía al frente de su domicilio, llevando el televisor que usó como excusa para que lo permitiera entrar. Llevaba consigo un revólver y un cuchillo de carnicero, escondidos entre sus ropas. En la casa de Perla, la menor de sus hijas, una adolescente de 17 años, se encontraba durmiendo en su habitación. La chica, que se despertó de su siesta al escuchar los gritos e insultos de Silva, fue la testigo principal del caso. La adolescente escuchó su voz y se dio cuenta de que era Osvaldo. Salió de su habitación y se encontró de frente con su madre y el femicida discutiendo. Sin dudarlo, el hombre la apuntó con el arma y gatilló. Sin embargo, el disparo no salió. “Entonces, mi mamá le dijo ‘escondete’. Mi hermana se metió en su habitación y cerró la puerta que, como no tiene llave, tuvo que trabar con su cuerpo, sosteniéndola. Desde dentro de la habitación escuchó los disparos y luego ya no hubo más gritos. Mi mamá murió al instante”, relata Guadalupe Gauto, hija mayor de Perla. Horas más tarde, Silva se disparó (intentando suicidarse) y las lesiones derivaron en la incapacidad para desplazarse, alimentarse e higienizarse por sí mismo. Además, perdió un riñón. Tras dos hospitalizaciones, su defensa pidió prisión domiciliaria para que recibiera cuidados de su madre