Femicidio en Virasoro: declaró Osvaldo Silva y dijo que no recuerda nada

Manifestó que perdió la memoria por una medicación.

Comenzó ayer en el Tribunal Oral Penal de Santo Tomé el juicio oral y público a Osvaldo Fortunato Silva (39), quien asesinó en marzo del año pasado a Perla Marisel Zelaya Araujo en una vivienda de la localidad de Gobernador Virasoro. El debate continúa esta mañana con los últimos testigos, alegatos y posterior sentencia. Tras la lectura del requerimiento de elevación a juicio de la causa, el imputado de 39 años decidió declarar a través de videconferencia desde su vivienda en Virasoro, donde permanece con prisión domiciliaria por un grave problema de salud que le impide ser trasladado. El cuerpo tribunalicio compuesto por los jueces María Alejandra Petrucci, Rodrigo López Lecube y Francisco Ramos siguió atento el relato del imputado desde la pantalla instalada en la sala de debate. Silva reconoció varios de los episodios de violencia hacia Zelaya Araujo, incluso que en una oportunidad la tomó del cuello, pero respecto al día del cruento asesinato no recuerda nada. Argumentó que luego de que se sucedieran los hechos concurrió a un psicólogo y un psiquiatra y la medicación que le sugirieron que tomara le produjo la pérdida de memoria. Su relato se extendió por más de una hora. En la audiencia también compareció Ana Gauto, hija de la víctima quien se encontraba en la vivienda el día del femicidio. Ella se salvó porque su madre le dijo que se encerrara en un dormitorio. Dio detalles del triste y violento episodio. Luego declaró su hermana Guadalupe Gauto. Su relato fue conmovedor y en varias oportunidades se quebró emocionalmente y hasta acusó de asesino al imputado mirándolo a la pantalla. Por último, brindó testimonio un vecino de la familia Gauto, quien fue el primero que acudió en ayuda de la víctima y su hija al escuchar los disparos. Silva, de 39 años, está procesado por el delito de “supuesto homicidio simple en grado de tentativa y homicidio agravado en concurso real” y actualmente se encuentra con prisión domiciliaria. El juicio continuará hoy a las 9, con los últimos testigos y luego se dará inicio a los alegatos y posterior sentencia. El abogado querellante, Eduardo Etchegaray Centeno, quien representa a las dos hijas de la víctima, adelantó a El Litoral que pedirá la pena de prisión perpetua. El femicidio ocurrió en horas de la siesta del 5 de marzo del 2019. Osvaldo Silva ingresó a la casa por el negocio que la mujer tenía al frente de su domicilio, llevando el televisor que usó como excusa para que lo permitiera entrar. Llevaba consigo un revólver y un cuchillo de carnicero, escondidos entre sus ropas. En la casa de Perla, la menor de sus hijas, una adolescente de 17 años, se encontraba durmiendo en su habitación. La chica, que se despertó de su siesta al escuchar los gritos e insultos de Silva, fue la testigo principal del caso. La adolescente escuchó su voz y se dio cuenta de que era Osvaldo. Salió de su habitación y se encontró de frente con su madre y el femicida discutiendo. Sin dudarlo, el hombre la apuntó con el arma y gatilló. Sin embargo, el disparo no salió. “Entonces, mi mamá le dijo ‘escondete’. Mi hermana ingresó a su habitación y cerró la puerta que, como no tiene llave, tuvo que trabar con su cuerpo, sosteniéndola. Desde dentro de la habitación escuchó los disparos y luego ya no hubo más gritos. Mi mamá murió al instante”, relata Guadalupe Gauto, hija mayor de Perla. Horas más tarde, Silva se disparó (intentando suicidarse) y las lesiones derivaron en la incapacidad para desplazarse, alimentarse e higienizarse por sí mismo. Además, perdió un riñón. Tras dos hospitalizaciones, su defensa pidió prisión domiciliaria para que recibiera cuidados de su madre.